top of page
Buscar

MI EXPERIENCIA EN ARTE ( Y EN LA VIDA ) Primera parte.

  • Fran Muñoz Sáez
  • 13 jun 2015
  • 4 Min. de lectura

No recuerdo bien cuando empecé a pintar, creo que tenía siete años, iba a una academia de pintura de mi pueblo, donde me juntaba con compañeros de clase. En esa época ya era prepotente, recuerdo varios ejercicios creativos que realizábamos, uno de ellos era cerrar los ojos y dibujar sin levantar el lápiz del folio, aquello era un sinsentido , pero no por eso no era un ejercicio interesante. Una vez hacías eso, abrías los ojos y tenías que descubrir que era aquel amasijo de líneas, seguramente indecisas, y encontrarle una forma, real o no. Mi experiencia en el arte por aquella época duró poco. Sí, como ya he comentado era prepotente( y lo sigo siendo), mi paciencia se agotó el día que la profesora me hizo repetir un paisaje, que aún recuerdo, siete veces. Era un campo de tulipanes, y un cielo con nubes, la fotografía del cuadro era preciosa, lo que estaba pintando creo que no tanto, teniendo en cuenta que tenía siete años, sinceramente no sé que ha sido de ese cuadro, la cuestión es que dejé la academia.

Conforme iba creciendo, mi vinculo con el arte solo era uno, las fallas. Admito que el mundo de las fallas ha causado en mi una gran influencia hasta hace poco, a los 11 años me dedicaba a hacer fallas con todo lo que pillaba, corcho, cartones, plásticos. Me acuerdo que los coloreaba y los montaba decididamente como si fuera un gran artista fallero, disfrutaba con lo que hacía, y no me cansaba nunca. He de decir que todo esto empezó porque enfrente de mi bajo ( lo que es ahora mi actual estudio) realizaban fallas infantiles, y me encantaba pasarme y ver lo que hacían, aunque mi padre siempre me advirtiera de que los productos que echaban eran tóxicos, la verdad que siempre he ido un poco a mi aire, y es lo que me ha hecho ser yo, aunque siempre yendo por buen camino.

Cuando llegué al instituto, me gustaba dibujar, lo admito, pero pensaba que era demasiado vago para pasarme a un artístico, decía que no quería trabajar tanto, así que continué estudiando el científico, dado que el latín no me interesaba, porcierto nunca he sacado buenas notas, ni en plástica en segundo y tercero , era muy vago , repito, y como sabía que se me daba bien, hacia la mitad de los trabajos, de tal forma que sacaba grandes notas en la mitad, y en la otra mitad no, así que se me quedaba una media ''normalita''. Al acabar Cuarto de la E.S.O me dí cuenta que las ciencias no eran lo mio, así que decidí estudiar lo mismo que mi hermano. Empecé estudiando el Bachillerato económico, y eso, muy divertido. En Bachiller seguí en las mismas, no sacaba buenas notas, pero aprobaba, por lo tanto era ''feliz'' , o al menos hasta que llegué a segundo . No me digáis por qué cuando llegué a segundo, se me volvió a iluminar la vena artística, y claro, con tantas idas y venidas, teniendo en cuenta que me dejé una academia de pintura , que entre medias jugué a fútbol( increíble pero cierto) a lucha grecorromana, baloncesto y balonmano y también me lo dejé ( por qué el deporte no es lo mio) que me cambié de estudiar un científico a un económico, quién se iba a fiar de mi, y quién iba a apostar por mi. Cuando les planteé el pasarme a segundo de bachiller artístico a mi familia, me dieron el mejor consejo que me pudieron dar, teniendo en cuenta que en dos meses iba a acabar segundo de bachiller. La respuesta fue que continuara en mi rama, y que al hacer el selectivo, me metiera en la carrera que quisiera. Pues bien, no aprobé limpio en junio, como era evidente dado mi historial académico anterior, así que tuve que ir a septiembre, y todos sabíamos que con mi ''brillante'' media, no iba a poder acceder a la carrera que quería, ( Conservación y Restauración de Elementos Del Patrimonio), cuantas tragedias juntas. Así que como mi hermano estudiaba contabilidad en la UJI , y yo había salido de un económico decidí estudiar lo mismo que mi hermano, y a todo esto, yo estaba convencidísimo de lo que iba a hacer ( los tres primeros meses).

Así es, los tres primeros meses de universidad fueron los tres meses más eternos y aburridos de toda mi vida. Pero no me arrepiento de haberme metido a esa carrera, por lo que les contaré a continuación. Lo mejor que me pasó en la UJI fue conocer a gente nueva con una forma de pensar diferente. Cuando el tiempo pasaba y yo veía que no era mi sitio, hable con mi amiga Irmina Andrés , ella a diferencia de mí si que había estudiado el artístico y de hecho se había cambiado en primero de bachiller de letras puras a un artístico, pero la diferencia entre Irmina y yo, es que por esa época ella era una mujer decidida , sabia, gran estudiante, y yo era alguien que no sabía ni que iba a hacer con su vida, y que creía que las cosas iban a caer del cielo.

Al hablar con mi amiga Irmina, le comenté mi deseo por hacer el selectivo otra vez, y examinarme de las asignaturas específicas del bachiller artístico, tras ofrecerse voluntaria para dejarme su material y enseñarme todo lo que ella sabía me puse manos a la obra. Gracias a ella conocí nuevos artistas me adentré en la técnica de la acuarela y otras técnicas más. A todo esto , cuando fui a hablar con la psicóloga del instituto donde estudiaba, para que me recomendase que hacer, y que asignaturas me iban a ponderar más y cuales menos, lo único que me ofreció fue institutos y universidades privadas. Lo cual aprovecho para decir desde aquí que me parece patético, y de muy mal gusto. Bien, cuando llegó el examen, lo hice de pena. Sí, de pena, lo peor de todo es que aprobé. Aprobé y accedí a la carrera que quería, ahora ya estaba dentro, y era el hombre más feliz del mundo.

 
 
 

Comments


Posts Destacados
Posts Recientes
Búsqueda por tags
Síguenos
  • Facebook Classic
  • Twitter Classic
  • Google Classic

© 2015. Fotografías: Fran Muñoz Sáez.
 

  • Twitter Clean
  • Flickr Clean
bottom of page